Cronograma en mano, partido en crisis: las internas que marcarán al PJ de Neuquén

Con fechas claves desde diciembre de 2025 hasta marzo de 2026, el justicialismo se juega en la interna la posibilidad de ordenarse o profundizar su fragmentación.

Política11 de diciembre de 2025RedacciónRedacción
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La decisión del Partido Justicialista de Neuquén de convocar a elecciones internas para el 15 de marzo de 2026 no se entiende únicamente como un trámite orgánico. Llega después de una elección legislativa en la que el peronismo quedó tercero y perdió, por primera vez en 30 años, su lugar en el Senado de la Nación. Es decir: la apertura del proceso interno es, en los hechos, la respuesta política a una crisis profunda de representación, territorialidad y conducción.

En ese marco, la frase elegida por la presidenta del partido, María Elena Paladino, para titular el comunicado –“Se terminaron las medias tintas en el Partido Justicialista de Neuquén”– funciona como un mensaje hacia adentro: el PJ no puede seguir en piloto automático ni atado a acuerdos de cúpula que no se traducen en competitividad electoral.

 Paladino y el intento de ordenar la casa
 

Desde su rol como presidenta partidaria y concejal en Cutral Co, Paladino se coloca al frente de un proceso que ella misma describe como de “profunda reorganización”. Al instruir a la apoderada María Belén de los Santos para avanzar con la convocatoria, marca un punto de inflexión: el llamado a votar no es sólo técnico, sino político, y busca recomponer la legitimidad de la conducción a partir de las urnas.

En su mensaje, la dirigente plantea dos objetivos centrales: garantizar la participación de todos los afiliados en condiciones regulares y acordar los términos del cronograma electoral para llegar con tiempo al día de la elección. Detrás de esa formalidad hay un diagnóstico: sin reglas claras, sin padrones confiables y sin plazos previsibles, el peronismo neuquino corre riesgo de seguir encerrado en sus propias internas informales y perder aún más peso frente a otras fuerzas.

El cronograma: una hoja de ruta para la disputa interna
 

El cronograma tentativo difundido por el PJ neuquino funciona como una hoja de ruta política más que como un simple calendario administrativo. Desde el cierre de fichas de afiliación el 19 de diciembre de 2025, pasando por la provisión del Padrón Definitivo el 20 de enero de 2026, la presentación de candidaturas el 23 de febrero, la oficialización de listas el 26 y la realización del acto electoral el 15 de marzo, hasta la proclamación de autoridades el 30 de marzo, todo está pensado para ordenar un proceso que suele ser áspero.

Cada fecha abre una ventana de negociación y de conflicto: quién controla el padrón, qué sectores logran inscribir listas competitivas, qué alianzas se tejen de cara al cierre de candidaturas y cómo se articula la convivencia posterior en caso de que el resultado sea ajustado. Es, en definitiva, el terreno donde se definirá si el peronismo neuquino logra renovar su conducción o reproduce viejos esquemas con nuevos nombres.

El desplazamiento silencioso de los viejos liderazgos
 

En paralelo al anuncio formal, hay un dato político de fondo: el peronismo neuquino quedó muy debilitado y en crisis luego de las últimas elecciones, y los viejos nombres que durante décadas fueron referencia inevitable –como Oscar Parrilli o Silvia Sapag en el armado justicialista– hoy aparecen corridos a un costado de la escena. No se trata de una ruptura estridente, sino de un relevo silencioso, empujado por los resultados.

Ese desplazamiento no implica que las viejas figuras desaparezcan del mapa, pero sí que el eje de la discusión interna se está moviendo. Paladino intenta encarnar una nueva etapa, con un discurso que vuelve sobre las “banderas históricas” del peronismo –Justicia Social, Soberanía Política e Independencia Económica–, pero que al mismo tiempo reconoce la necesidad de “convicción y coraje” para reconstruir una fuerza que hoy no logra pararse como alternativa de poder. 

Reconstrucción y ¿2027?: el verdadero objetivo detrás de las internas
 

Aunque el comunicado se concentra en cuestiones internas, la propia Paladino explicita el horizonte: ser competitivos en las elecciones de 2027. Las internas de marzo no son un fin en sí mismo, sino un instrumento para intentar que el peronismo vuelva a ser una opción real frente a otros espacios que hoy ocupan el centro de la escena neuquina.

El desafío es doble. Hacia adentro, el PJ necesita reconstruir disciplina, militancia y presencia territorial después de años de fragmentación y acuerdos parciales. Hacia afuera, debe convencer a una sociedad que percibe a la marca peronista como desgastada, asociada a derrotas recientes y a liderazgos que no terminaron de ofrecer respuestas en un contexto de fuerte cambio económico y político. Sin una narrativa renovada y sin candidatos con anclaje real en el electorado, la mera reorganización formal del partido puede resultar insuficiente.

¿Internas para fortalecer o para profundizar la crisis?
 

La gran incógnita que sobrevuela al peronismo neuquino es si estas internas serán un punto de partida o una nueva fractura. La convocatoria amplia, la garantía de participación de todos los afiliados y la intención declarada de ordenar el partido son condiciones necesarias, pero no suficientes. El resultado dependerá de la capacidad de los distintos sectores para procesar la competencia sin romper puentes y de la voluntad real de construir una conducción colegiada y moderna, en sintonía con las demandas actuales del electorado.

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